lunes, 30 de septiembre de 2013

Ashley Thewlis & Jonathan Rhys Meyers


(Capítulo 2)

John estaba más nervioso que yo mientras esperábamos los resultados de los análisis de sangre, él no paraba quieto ni un segundo, yo me reía de él porque preguntaba: "¡¿Por qué tardan, quiero saber si voy a tener un hijo o no?!", una vez que se calmó (a medias) se sentó junto a mí y tomándole la mano le dije: "Amor, no han tardado mucho apenas hace unos días me las hice", pero él seguía tratando de hacer un hueco en el suelo de la sala, era súper desesperante verlo, sólo se calmaba al comer o al dormir, un día llamó la recepcionista del laboratorio donde me hice las pruebas sólo para decirme: "Las pruebas están listas... cuando quiera las puede venir a retirar...", en ese momento John (que escuchó todo lo que dijo la recepcionista) dijo: "¡¡¡¿¿¿Qué estamos esperando???!!! ¡Vámonos!", a pesar de que estaba muy ansioso logró llegar bien al laboratorio, una enfermera nos dijo: "Aquí están sus análisis...", John no la dejó terminar, le arrancó el sobre de la mano y sólo le dijo: "Si, si, si... ya lo sabemos".


La enfermera se le quedó mirando matándolo con la mirada, llegamos al auto y él dijo: "¿No vas a abrir el sobre?", yo le dije: "¿Y arriesgarme a tener un accidente contigo al volante? No gracias", me miró feo y se subió al auto, cuando llegamos él se puso como niño repitiendo: "Ábrelo, ábrelo, ábrelo, ábrelo...", yo le dije: "Ok, está bien... lo abriré, pero si te sientas tranquilo y quieto en el sofá...", me obedeció y yo comencé a leer, hice una pausa "dramática" y luego le grité: "¡Amor vamos a tener un bebé!", John me miró y casi con lágrimas en los ojos dijo: "¿En serio? Dime que no estás jugando conmigo para emocionarme", yo le dije: "No tonto, es en serio... míralo por ti mismo", mientras lo leía se le salían las lágrimas, corrió a abrazarme sonriendo y dijo: "Mi amor, ¡Gracias por hacerme hoy el hombre más feliz del planeta!", me besó en los labios.


Una noche lluviosa John se me acercó serio y dijo: "Quiero jurarte... que mientras ese bebé viva... nunca más probaré una gota de alcohol", yo lo besé en los labios, nos quedamos un largo rato abrazados y no sé por qué pero presentía que esa promesa pronto la iría a romper, ya yo estaba casi en los últimos meses del embarazo cuando él me dijo: "Cariño, voy a ir a la casa de mi madre por algunas cosas... es que pronto la van a poner en venta y quiero traerme algunos recuerdos de ella...", yo dije: "Está bien...", se despidió de la bebé (para ese momento ya nos habían informado que íbamos a tener una niña) y me dio un beso en los labios, desapareció por la puerta diciéndome: "¡Te amo Ashley!", yo le grité: "¡Yo también te amo!", él acostumbraba a llamarme a todas horas, cuando llegó a la casa de su madre sólo me llamó para decirme: "Mi amor, llegué ya a la casa te llamo si me tengo que tardar más... aquí están los chicos... ellos me van a ayudar a sacar todo...", luego me llamó para decirme: "Amor, en estos momentos me estaba acordando de ti... porque ¡Estoy cenando pizza!", yo le dije: "Tonto, pero ¿Les falta mucho? Sabes que no me gusta pasar la noche sola... sin ti", él me dijo: "Amor... pero no estás sola tienes a nuestra hija", yo le dije: "Claro si pasa algo... ella golpeara a todo el mundo con su potente patada, ¿No?".

John se rió y dijo: "Nena, te amo...", aunque me aseguró que iba a ser muy rápido ya habían pasado varios días, una mañana llamé a su hermano y le pregunté: "Oye, ¿Todavía les falta mucho en la casa? Es que han pasado muchos días y ya me estoy preocupando...", él me dijo: "Pero... ¿Si nosotros terminamos al día siguiente?... al segundo día nosotros sacamos todo... no entiendo por qué él no ha vuelto", en ese momento me comencé a preocupar, llamé a su celular y sólo salía la contestadora: "Te has comunicado con el celular de Jonathan, John si eres mi amada novia... deja tu mensaje luego del bip!", así que me fui a la casa de la madre de John y me encontré con que habían muchísimas personas (entre policías y vecinos), me acerqué a un chico que estaba cerca de allí y le pregunté: "Disculpa, ¿Qué sucede?", el chico dijo: "Es que hay un hombre borracho en esa casa y no quiere salir...", no lo dejé terminar de hablar y salí corriendo, cuando entré en la casa un paramédico dijo: "Lo siento, señora... pero no puede entrar...", yo le dije: "Déjenme entrar yo soy la esposa del dueño de esta casa...¿ Me podría decir qué es lo que sucede?", el paramédico me dijo: "Es que nos avisaron que en esta casa había un tipo que había ingerido una cantidad no revelada de píldoras y muchísimo alcohol".


Casi adivinando la respuesta dije: "Y, ¿Ese hombre no se llamará Jonathan Rhys Meyers, por casualidad?", esperando que la respuesta fuese negativa el paramédico dijo: "Si, ¿Cómo lo sabe?", con lágrimas en los ojos dije: "Él es mi esposo, ¿Puedo verlo? Creo que yo lograría sacarlo de aquí", aunque me lo prohibió igual entré, cuando pasé a la habitación que era de John mientras vivía en esa casa sólo recordaba la última promesa que él me hizo (que nunca iba a volver a beber alcohol) eso me deprimió muchísimo, entré en la habitación y otros paramédicos dijeron: "Disculpe, no puede pasar... puede ser peligroso", yo le dije: "No es peligroso... al menos para mí...", apenas John me vio dijo: "¡Ashley y mi pequeña Gracie! No saben cuánto las amo...", lo primero que le pregunté fue: "¿Por qué volviste a romper una de tus promesas? Tu me juraste que nunca volverías a probar un solo trago de alcohol", sus ojos estaban aguados cuando dijo: "Es que poco a poco me voy quedando solo... se fue mi papá y ahora me quedé sin mi mamá...", yo entre molesta y decepcionada dije: "Si tu hija y yo no hacemos nada a tu lado, entonces me voy... te abandono", me iba cuando la fría mano de John me tomó la mía.

John dijo: "No, tu eres la única persona que ha estado allí conmigo... soportando todo lo que ha sucedido en mi vida", lo ayudé a ponerse de pie y le dije: "Vamos a que te mejores...", él me dijo: "Pero, tu irás conmigo también... ¿Verdad?", yo le dije tomándole la mano: "Si amor, iremos juntos a ese lugar...", todos los policías y paramédicos veían con asombro como yo lo convencí en una sola oportunidad y ellos no lograron ni que él se levantase, mientras íbamos camino a la clínica él poco a poco iba recuperando la sobriedad, veía nuestras manos entrelazadas y lágrimas rodando por mis mejillas, esperó un largo rato y me dijo: "Ashley, perdóname... sé que he roto otra promesa más...", yo secándome las lágrimas dije: "No hablemos de eso ahora... lo importante es que estés bien...", llegamos a la clínica y mientras lo revisaban llamé a papá y a Leslie; yo me sentía enojada, decepcionada y a la vez entendía su manera de pensar.

Los doctores le hicieron un lavado de estómago y lo dejaron en observación una noche, yo me quedé junto a él y el doctor me dijo: "Aunque se tomó el frasco entero de pastillas, el alcohol impidió que éstas hicieron efecto... por lo que es un milagro que él esté vivo... mañana depende de cómo pase la noche puede irse a casa...", yo le dije: "Quizá no fue un intento de suicidio después de todo...", John estaba durmiendo, en un momento él despertó diciendo: "Ashley, ¿Dónde estás?", yo (que estaba mirando por la ventana) le dije: "Aquí estoy amor... ¿Cómo te sientes?", él me dijo sonriendo: "Como que me hubiese tragado algo lleno de espinas... me duele mucho la garganta", yo le dije: "Eso es normal... te hicieron un lavado de estómago...", luego me pidió que le diera un poquito de agua y mientras estábamos conversando de todo lo que pasó aquella noche que sus hermanos lo dejaron solo (aunque les pedí que no lo hicieran)

Al día siguiente se armó todo un alboroto en la salida de la clínica donde John estaba recluido, porque alguien había revelado a los medios todo acerca de cuándo iba a dejar la clínica, cuando pudimos salir todos se abalanzaron a nosotros, ni siquiera el hecho de yo haber estado embarazada les hizo reaccionar, al llegar a casa él se fue directo a descansar, al pasar los días él decidió irse a una clínica de rehabilitación en Sudáfrica, yo le dije: "Amor, pero Gracie está por nacer... ¿Querrás perderte ese momento?", él me dijo: "Claro que no... pero es algo que tengo que hacer para estar bien... contigo y con todos...", aunque no estuve de acuerdo de que él se fuese tan lejos lo dejé ir, yo organicé una fiesta de despedida, sólo estaban nuestros amigos más cercanos y ambas familias (su padre fue invitado pero igual no apareció en toda la noche), el día en que John se iba me desperté muy temprano, le acaricié el rostro diciendo: "No puedo creer que este sea nuestro último amanecer juntos... porque luego tenemos que esperar un largo rato para volver a hacerlo", John sonrió y dijo: "Amor, me podrán visitar y pasar algunas vacaciones conmigo...", yo le dije con un tono sarcástico: "¡Ohhh si! ¡Vamos a estar juntos en Navidad, Fin de Año y además en nuestros cumpleaños!".

John me dijo: "Odio que te pongas así, no es para siempre... no me voy para siempre... tu misma me dijiste que para mejorar tendría que ir a una clínica de rehabilitación...", yo le dije con lágrimas en los ojos: "Lo sé, pero nunca te dije que te fueras lejos de mi...", al ver que comenzaba a llorar él me abrazó, nos quedamos abrazados un buen rato hasta que llegó la hora de acompañarlo al aeropuerto, condujo hasta al aeropuerto en silencio, llegamos y faltaban un poco más de 3 horas para su vuelo, no me quería separar de él, cuando anunciaron que su vuelo estaba a punto de abordar lo acompañé hasta la puerta donde él iba a abordar su vuelo, llegó la hora de despedirnos y él con lágrimas en los ojos dijo: "Bueno, llegó la hora de decir adiós por ahora...", yo también tenía los ojos aguados y dije: "No me gusta... te quiero aquí junto a mí y no lejos...", él me abrazó y me dijo: "Lo sé, amor pero todo terminará pronto... ya lo verás", ya estaban haciendo el último llamado a abordar, yo le dije: "Prométeme que te vas a cuidar mucho...", luego él me dijo: "Si tu me prometes que te cuidarás también y cuidarás a nuestra Gracie".


Nos quedamos abrazados un largo rato y él besándome en los labios dijo: "Bueno ya está... este es el momento donde decimos adiós...", yo sonreí entre lágrimas y dije: "No sabes cuánto te amo...", se fue alejando poco a poco, una vez volteó y al ver que estaba llorando salió corriendo a abrazarme y darme un beso, luego se terminó de ir a montarse en el avión, el hecho de que él se fuera me dejó muy deprimida, al pasar los días le escribía cientos de mails contándole las últimas noticias del embarazo y yo; me sentía muy mal conversando con una hoja de papel, pasó unos meses y una mañana al despertar sentí una primera contracción pero no le presté atención, hasta que a media mañana ya eran constantes, en ese momento llamé a Leslie: "¡Leslie ayúdame!", mi hermana fue corriendo a verme a la casa y me encontró en la bañera.

Leslie al verme dijo: "¿Qué haces?", yo le dije: "Leí que si permanecía en calma el parto iba a ser menos traumático...", ella me revisó y dijo: "Ashley, voy a llamar a una ambulancia... ya prácticamente tienes a la bebé entre las piernas...", cuando llegaron los paramédicos dijeron: "No podemos hacer nada... el bebé nacerá aquí...", yo comencé a gritar: "¡Llamen a John!", tras pujar tres veces Grace Adele O'Keefe Thewlis nació, una semana después le tomé unas fotos a la niña y le mandé un mail a John: "Hola papá, soy Grace Adele O'Keefe Thewlis... tengo una semana de nacida y ¡¡¡¡Te quiero conocer!!!", al día siguiente recibí la respuesta de John: "¡¡¡¡Hola Gracie!!!! No sabes cuánto te amo hermosa... ya falta poco para conocernos, en unos días te doy una sorpresa...", al terminar de leerla comencé a llorar, faltaban sólo unas semanas para Navidad y justamente el 12 de Diciembre yo estaba cambiando a la niña poniéndola más hermosa de lo que ya es, cuando alguien tocó a la puerta.


Por eso le dije a Gracie: "¿Me quieres acompañar a abrir?", la niña sonrió y dije: "Si, vamos", las dos íbamos sonriendo y dije: "¡Vamos a abrir la puerta!", cuando abrí me impacté por lo que vi, era John que había venido a conocer a su hija, dije: "Mi amor... viniste", pero él se impactó más con Gracie, me preguntó: "Por Dios, ¡¿Es ella?!", yo le dije: "Si, ella es Gracie, tu hija...", se le aguaron los ojos y dijo: "¡¿La puedo cargar?!", yo le dije: "Claro tonto", se le iluminaron los ojos al tomarla en brazos, aunque él sólo se quedó para pasar las fiestas junto a nosotras yo estaba súper feliz a su lado, cada día le mandaba fotografías de la niña para que viese cómo estaba creciendo, hasta que al cumplir los 3 meses John volvió a nosotras, esta vez fue para quedarse.

Él se maravillaba por cada cosa que hacía Gracie y yo me maravillaba viendo su enorme sonrisa al verla, me tranquilizaba que ya estaba sano y feliz junto a nosotras, más tarde nos llegó la propuesta para trabajar juntos en una película llamada "August Rush" , él protagonizaría junto a Kerri Russel, yo me emocioné al leer el guión de la película, el primer día de filmación conocimos a Freddie Highmore, un pedazo de cielo andante, todo un caballero, comenzamos a filmar y él se metió tanto en el personaje que parecía que estaba contándote la historia de su vida, un día uno de los productores me llamó a hablar en privado, me querían presentar al actor que sería mi pareja en la película, para mi sorpresa era Paul Nicholls, yo corrí a abrazarlo, en los descansos él me contaba que se había casado con su novia (la que intentó olvidar conmigo) y conversábamos sobre todo lo que pasó en nuestras vidas durante todo este tiempo.


Una tarde estábamos filmando una escena los cuatro (Kerri, John, Paul y yo), cuando estábamos en el descanso Paul me dijo: ¿Puedo hablar contigo?", yo le dije: "Si, claro...", fuimos a conversar, él me quería decir: "Debemos ensayar nuestros besos... porque tu me intimidas", nos reímos y yo le dije: "Me parece bien", me fijé que John nos veía fijamente, Paul y yo estábamos leyendo nuestros guiones, cuando nos besábamos John salió corriendo muy enfadado y dispuesto a comerse a Paul, yo le decía: "¡John cariño es sólo un ensayo!", John dijo: "¡Sea lo que sea... a mi mujer no la tocas!", yo le dije: "Amor, cálmate... no es nada", él se puso furioso sin razón y lo que quería era golpear a Paul, yo le dije: "¡John cálmate, no es nada... sólo estábamos ensayando!", él no entendía razones, por eso me enfadé con él porque estaba haciendo el ridículo delante de todos.

Por eso le grité: "¡Ya basta no lo aguanto más... si no quieres entender allá tu! ¡Yo no tengo por qué mentirte sólo fue un ensayo... él está casado! ¡John en este momento te odio!", me fui llorando corriendo al parque que estaba cerca de la locación donde estábamos filmando, de pronto se me acercó un caballero (Freddie Highmore) y me dijo: "¿Qué te ocurre?", yo le dije: "¿Por qué los hombres son tan tontos? ¿Saben que su chica los ama y a las primeras de cambio se pelean con quien esté hablando con una?", lo único que me dijo fue: "Es que los hombres son más viscerales y las mujeres más analíticas", lo que él me quiso decir es eso de que: "Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus", al pasar los días no le hablé a John por nada del mundo, nos íbamos juntos a las locaciones y todo; pero en casa yo aunque me tenía que morder la lengua ni siquiera le dirigía la palabra para darle los buenos días, mientras le hacía la "ley del hielo" a John no podía evitar sentirme mal por tratarlo así pero según yo se lo buscó él mismo.

Pasaron los días y decidí volver a hablarle cuando lo vi hablando con Gracie, él no me había visto entrar en la habitación de la niña, la cargó en brazos y se sentó en la mecedora, comenzó a hablar con ella: "Gracie, ¿Tu por casualidad no sabes cómo hago yo para que tu madre vuelva a hablarme... me hace una falta enorme escuchar su voz y que me diga lo mucho que me ama...", yo iba a decirle algo pero él seguía diciendo: "Es que... tu no sabes lo mucho que amo a tu madre, ella es la única que ha estado conmigo durante todo esta locura que es mi vida... la que me ha apoyado siempre, no sabes cuánto la amo por eso... además amo su sonrisa, sus ojos, su cabello, sus caricias... amo todo de ella... ¿Tu también la amas?", la niña sólo lo vio y él dijo: "Si, yo sé que tu también la amas...", me conmovieron tanto sus palabras que decidí ponerle fin a "La ley del Hielo" y comérmelo a besos, esa noche mientras cenábamos estábamos en silencio, hasta que nos fuimos a dormir, él se quedó dormido en el sofá y yo le dije: "Vamos a la cama...", él me miró asombrado por haberle hablado y dijo: "Pensé que querías dormir sola hoy también".

Le tomé la mano y le dije: "Hoy quiero ver las estrellas...", me miró fijamente a los ojos y se levantó del sofá, mientras subíamos las escaleras él veía nuestras manos entrelazadas y dijo: "Pensaba que nunca iba a volver a ver a nuestras manos así tomadas...", yo no le dije nada hasta que entramos en la habitación, él se acostó en la cama y yo me acosté a su lado, le dije: "Me molesté mucho contigo por armar todo aquel escándalo... pero luego me enfadé conmigo por no hablarte más", él sólo sonrió y me iba a dar un beso en los labios pero le dije: "No te lo pondré tan fácil...ahora soy yo la que toma la iniciativa", él me miró intrigado y sorprendido; lo que siguió fue que comencé a besarle desde la frente y fui bajando hasta llegar a sus labios, él iba a decir: "Creía que jamás iba a volver a sentir tus labios contra los míos...", yo le dije: "En este momento no hablemos... llévame a las estrellas...", me miró fijamente a los ojos y me acostó en la cama, siguió besándome en los labios y me dijo: "Te amo", esa noche hicimos el amor por primera vez desde que tuve a nuestra hija.

Desde ese momento todo volvió a ser como antes en nuestra relación, al pasar los días John tenía una nueva idea: Darle un(a) hermanito(a) a Gracie, para que no jugase sola mientras nosotros hiciésemos nuestras "cosas", nos tomamos unas vacaciones lejos de todo, dejamos a Gracie con Leslie y Ben; nos fuimos a la casa de playa de mi papá (donde pasamos los cinco días para celebrar su cumpleaños pero la idea me salió horrible) cuando llegamos a la casa John me tomó la mano y dijo: "Oye, nunca pude pedirte perdón por todo lo que ocurrió en este sitio... me volví loco y no pude controlar mis impulsos...", yo le dije: "No importa, además ya estamos bien y con una niña que nos espera en casa... hoy vinimos a divertirnos", lo que él no sabía era que antes del viaje por "medidas de seguridad" mandé a sacar todo el alcohol que había en la casa, lo cambiaron por refrescos y botellas con agua, me aterrorizaba que John volviese a enloquecer por culpa de su abstinencia.


Pasamos unas semanas allí, poco a poco John se dio cuenta de mi preocupación y dijo: "Amor, no pasará nada... los dos juntos somos más fuertes que el alcohol... te amo porque tu siempre me apoyaste en todo", me besó en los labios y yo lo abracé diciendo: "Lo sé, pero siempre tendré ese sustito de que vuelva y no puedo evitarlo", en ese momento subimos a la habitación, él me cargó llegando a la puerta y dijo: "En este momento te voy a llevar a las estrellas", esa noche hicimos el amor, al día siguiente desperté sola en la cama, en ese momento se me subieron los recuerdos y salté de la cama, comencé a buscar a John por toda la casa me temía que la pesadilla se volviera a repetir, ya me estaba desesperando por no encontrarlo hasta que salí al jardín y de pronto él me dijo desde la piscina: "Métete conmigo el agua está deliciosa...", me quité la ropa y salté al agua.

John me tomó la mano y me dijo: "Buenos días...", me besó en los labios y yo le dije: "Te amo...", me abrazó y me dijo: "Sé lo que estabas pensando... pero te prometí que todo sería distinto y lo estoy cumpliendo...", le di un beso en los labios y le repetí: "Te amo", nadamos un rato y John me dijo: "¿Te gustaría hacerlo aquí?", me sonrió muy pícaramente y yo le dije sonriendo: "Ya estoy completamente desnuda...", volvió a sonreír y comenzó a besarme los labios, esa era la primera vez que hacíamos el amor en un sitio abierto, donde alguien nos podía sorprender, pero no nos importó, subimos corriendo a la habitación completamente mojados, al llegar me lanzó en la cama y se montó sobre mí, lo abracé y él comenzó a llorar.

Eso me conmovió pero a la vez me sorprendió porque no sabía que le ocurría en ese momento, hasta que él me dijo: "Lo siento, no puedo evitarlo...", yo le dije: "Amor, ¿Qué ocurre?", él me dijo: "Lo siento, es que no puedo creer cuanto te he fallado...", yo le dije: "Pero eso ya no importa... ahora estamos juntos y más unidos que nunca...", le estaba acariciando le rostro, me partía el alma verlo así, se acostó en mi pecho y se quedó dormido, luego sonó el teléfono, le puse una almohada a John y salí corriendo a contestar antes de que él despertara, era mi papá que llamaba para asegurarse de que todo estuviese bien, apenas contesté papá dijo: "Hola, cariño ¿Cómo está todo? ¿Hay alguna novedad?", yo le dije: "Creo que una sola, él está extraño... bueno esta mañana estaba bien, pero hace un momento estaba llorando muchísimo... no sé por qué", papá me aseguró que eso se le pasaría.

Más tarde ese día almorzamos y él (John) estaba en silencio, yo le pregunté: "¿Qué te ocurre amor?", él me dijo: "No me pasa nada amor...", yo le dije: "No te creo, esta mañana comenzaste a llorar mientras estábamos haciendo el amor...", él me siguió asegurando que no le pasaba nada hasta que comenzó a llorar de nuevo, le dije: "¿Ves? No estás bien...", él comenzó a contarme todo sobre su depresión al estar en Sudáfrica y darse cuenta de que estaba solo y sin nadie a quien contarle lo que le ocurría, lo abracé y él comenzó a llorar más fuerte en mis brazos, minutos después se quedó dormido otro rato, aunque no fueron las vacaciones que yo había imaginado estábamos bien.

Volvimos a casa y todo volvió a ser como solía ser, John volvió a ser el chico sonriente y romántico que un día me enamoró, nuestra relación se estrechaba día tras día, hasta que me pidió ser su esposa... algo que les contaré después....



Continuará....

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